jueves, 18 de octubre de 2007

TUCUMAN CITY I - ¿Las empanadas con blancos o tintos, que hacer ante esta duda existencial?

Aeroparque 5:00 AM, haciendo el check in, 6:45 AM salió el avión y 8:30 AM Aeropuerto de San Miguel de Tucumán, ciudad a la que regresaba luego de 25 años. Taxi al hotel, dejar valijas, acompañar a Iris al Congreso de ADILLI, y recorrer un poco, la encontré bastante limpia y con ese ritmo cansino que tienen la ciudades del interior, la gente en la plaza, en los bares desayunando para luego ir a trabajar.
Al mediodía fuimos a comer a un restauran típico llamado EL PORTAL, que resultó ser bueno y barato.

Ahí se presenta el problema: Que tomar con la comida típica de un lugar que no es productor de vino (no descarto que haya gente que haga vino en su casa o en pequeñas producciones) pero convengamos que Tucumán tiene limones, caña de azúcar, paltas, higos, cayote, etc., pero no tiene vino. Entonces en la mayoría de los lugares para morfar están instaladas las jarras de vino de la casa (1/2 l, 1l), que no por esto es malo, ya que se trata de un tinto o blanco de Cafayate (es la región productora de muy buenos vinos que más cerca se encuentra), lo podría definir como un buen vino de mesa. A la hora de elegir pensé que las empanadas iban a ir bien con un blanco, un torrontes de cafayate puede ser una buena elección o sino un malbec tinto sin paso por madera, de la misma región, me incliné por el tinto porque además de las empanadas estaban los tamales y me imagine que sería mejor. Ustedes se preguntarán si era un varietal o un corte o…no amigos era de damajuana tinto y se llamaba Domingo Hnos., que luego me enteré que también hacen quesos. Me dio la sensación que había algo de malbec y de bonarda, pero es difícil saberlo, esto no quita que funcionó bárbaro.
Ahora les doy una breve guía acerca de la forma correcta para comer empanadas tucumanas:
No son muy grandes así que se pueden comer varias, son jugosas así que hay que tener cuidado por que uno se puede manchar.

Se toma la empanada, se muerde un poco la punta y en el agujero resultante se le agrega unas gotas de limón, se muerde, te quemas, tomas un sorbo de vino, gotas de limón, mordes, te quemas, sorbo de vino, y así sucesivamente una tras otra… luego de dos docenas de empanadas y varias jarras de vino entré en un estado de meditación lisérgica donde me encontré con Palito Ortega que me cantaba “La Felicidad”, me quebré, no puedo seguir.

Salud!!!

No hay comentarios: