lunes, 25 de mayo de 2009

No todo es tomar vino...


Estimados,
Hoy les escribo acerca de una infección que afecta las vides, producto del cambio climático y la perdida de la amplitud térmica, surge esta amenaza que puede llegar a hacer desaparecer nuestro preciado elixir, disculpen me fui al carajo... No están así pero hay que tener en cuenta.

Oidio, Blanquilla, Blanqueta, Mal blanco, Moho blanco, Cenizo, Oidiopsis, Oidios, Oidium.

Oídio, el enemigo público número uno del vino



Es un hongo que parasita los viñedos y que está creciendo en algunas zonas gracias al recalentamiento global. Si se extiende mucho, puede arruinar esta bebida.

El fenómeno del recalentamiento global podría generar cambios importantes en la producción de vinos en todo el mundo. Zonas que antes no tenían una amplitud térmica ideal para producir vinos ahora podrían aspirar a elaborarlos y otras tradicionales como Burdeos o Cataluña podrían perder su nivel de humedad actual. En ese sentido, el hongo oídio, que se desarrolla en climas cálidos (entre los 17º y los 29ºC) ve cómo su área de extensión crece con el incremento de las temperaturas. Y esa es una mala noticia para muchas zonas productoras de vino en todo el mundo.

De acuerdo con el Instituto Cooperativo del Vino de Francia, el oídio afecta directamente la calidad de los vinos. Porque las uvas afectadas por esta enfermedad se resquebrajan y no crecen lo suficiente. A partir de una contaminación del 9% de las uvas, la calidad de los vinos comienza a verse afectada. Y a partir del 13%, el efecto se nota en la boca: aromas desagradables, olor a moho y mayor nivel de alcohol. Pero cuando la cantidad de uvas alcanza al 33%, el vino se vuelve directamente intomable, según consigna el sitio Viti-Net.

Según el organismo, el área de influencia del oídio se está extendiendo en Francia hacia nuevas zonas como Burdeos, Borgoña y Champaña. La enfermedad puede ser combatida, pero mediante procesos de vinificación mucho más costosos.

El hongo se desarrolla sobre hojas, brotes y frutos, apreciándose en ellos las típicas manchas harinosas blancas. Los daños más importantes son los causados a los frutos.

Requiere alta humedad para infectar, pero no agua líquida. La Primavera es ideal para ello. La borra puede cubrir hojas, racimos o ramas y provoca deformaciones, abarquillamiento de hojas y rajado de uvas.

El inoculo llega por el viento y penetra por los estomas de la hojas. Puede producir daños importantes en granos pequeños (guisante).

Control

Al ser esta enfermedad de desarrollo externo, se puede combatir una vez que aparece (el Mildiu sólo puede prevenirse).

En aquellos sitios donde la enfermedad no sea crónica, se puede esperar hasta que veamos los primeros síntomas y tratar con azufre (en pulverización o espolvoreo).

El producto más utilizado es Azufre, el histórico preventivo y de control en las primeras fases de desarrollo de la enfermedad. Es barato y además frena a los ácaros.

No tratar con Azufre con temperaturas superiores a los 32ºC puesto que se pueden producir quemaduras en las hojas. Aplicar el azufre a primeras horas de la mañana o últimas de la tarde, para evitar quemaduras que pueden darse con temperaturas altas.

Como norma general, habrá de tenerse en cuenta que el azufrado se hará después del tratamiento con Caldo bordelés (sulfatado) y no antes, para evitar quemaduras. Debe hacerse en espolvoreo.

Se pueden utilizar otros productos sistémicos como penconazol, fenarimol, triforina y muchos más; o aplicarlos en zonas endémicas, donde es previsible la presencia del hongo.


- El Oidio es un hongo externo, se desarrolla sobre la superficie, no penetra en las hojas, y por lo tanto, se puede atacar con funguicidas de forma curativa, una vez que ha infectado. Los demás hongos penetran en la hoja y los funguicidas sólo sirven para prevenir, para evitar que realicen la infección. Porque una vez que están dentro, poco se puede hacer. No obstante, hay productos curativos siempre que se apliquen en las primeras 24-48 horas posteriores a la infección.

- Con el Oidio por tanto, podemos actuar curativamente, con la planta ya infectada, pero no es lo más recomendable, desde luego, es preferible usar productos que eviten dicha infección, preventivos. Si la planta está ya infectada, no quedará más remedio que acudir a funguicidas sistémicos.

- Como es una enfermedad que ataca la parte joven de la planta y la planta está constantemente creciendo, los tratamientos preventivos con Azufre o con productos sistémicos, han de hacerse frecuentemente. Se repetirá el tratamiento en cada reaparición.

FUENTE:
La Nación
infojardin.com

La próxima subo la planilla prometida con la degustación del pinot gris.

Salud!!!

Dwine!